6/23/2015

Para estudiar la Sucesión Apostólica
Por José Miguel Arráiz

Introducción
Hace poco escuché decir en un foro evangélico que la sucesión apostólica no tenía base bíblica, que era un intento de la Iglesia Católica para adjudicarse una autoridad que no le corresponde. He querido con el presente estudio de carecer apologético, estudiar que es la sucesión apostólica, su fundamento bíblico e histórico.
¿Qué es la sucesión apostólica?
Cuando Cristo vino a la tierra y edificó su Iglesia, de entre sus discípulos eligió 12 de ellos, y les dio autoridad, poder, y un ministerio que cumplir: pastorear la Iglesia. Con la expresión sucesión apostólica se indica en teología que los Apóstoles, conscientes de que no vivirían para siempre, y por voluntad de Cristo, estaban destinados a tener sucesores que continuaran su ministerio, con la misma autoridad que ellos recibieron de Cristo.
La autoridad
En la Iglesia solamente puede ostentar autoridad aquel que la tiene por derecho propio (Dios) o aquel al cual le ha sido conferida (delegada).
Cuando Cristo nombró a sus apóstoles les confirió autoridad:
“Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor” Lucas 6,13-16
“Convocando a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades” Lucas 9,1