12/07/2014

Enderezar el Camino Scott Hahn reflexiona sobre el Segundo Domingo de Adviento

Dr. SCOTT HAHN  12:03:14
Lecturas:
Isaías 40: 1-5, 9-11
Salmo 85: 9-14
2 Pedro 3: 8-14
Marcos 1: 1-8

Nuestro Dios está llegando. El tiempo del exilio - la larga separación de la humanidad de Dios debido al pecado - está a punto de terminar. Esta es la buena noticia proclamada en la liturgia de hoy.

Isaías en la primera lectura promete versión futura de Israel y volver de su cautiverio y exilio. Pero como muestra el Evangelio de hoy, la liberación histórica de Israel estaba destinado a anunciar una mayor acto de ahorro por Dios - la venida de Jesús para establecer Israel y todas las naciones libres de la esclavitud del pecado, a fin de reunirlos y llevarlos de vuelta a Dios.

Dios envió a un ángel delante de Israel para guiarlos en su éxodo hacia la tierra prometida (ver Éxodo 23:20). Y él se comprometió a enviar un ángel del pacto, Elías, para purificar al pueblo y convertir sus corazones al Padre antes de que el día del Señor (véase Malaquías 3: 1, 23-24).


Juan el Bautista cita a estos, así como la profecía de Isaías, para mostrar que toda la historia de Israel espera la revelación de Jesús. En Jesús, Dios ha llenado en el valle que divide la humanidad pecadora de sí mismo. Él ha llegado a descender del cielo e hizo su gloria a morar en la tierra, como cantamos en el salmo de hoy.

Ha hecho todo esto, no para la humanidad en abstracto, sino para cada uno de nosotros. La larga historia de la salvación nos ha llevado a esta Eucaristía, en la que nuestro Dios viene de nuevo y nuestra salvación está cerca. Y cada uno de nosotros debe escuchar las lecturas de hoy una llamada personal. Aquí está vuestro Dios, dice Isaías. Él ha sido paciente con usted, Pedro dice en la epístola de hoy.

Al igual que los habitantes de Jerusalén, en el Evangelio, tenemos que ir a Él, arrepintiéndonos de nuestros pecados, toda la pereza y la auto-indulgencia que nos hacen la vida un desierto espiritual. Tenemos que enderezar nuestras vidas, por lo que todo lo que hacemos nos lleva a Él.

Hoy, vamos a escuchar el comienzo del evangelio y de nuevo nos comprometemos a una vida de santidad y devoción.